“Diana”
Acabas de recibir una nueva invitación
para subir al escenario. Tu mirada se enciende, dejas todo y corres a
saltitos como niña inquieta en horario de recreo. El público está
espectante y yo no lo estoy menos: todos sabemos que cuando coges el
micrófono algo hermoso está a punto de suceder. ¿qué sorpresa de
canción nos tienes preparada en esta ocasión? Suenan los primeros
acordes, tu ojos y tu sonrisa alumbran el escenario y empiezas a
desplegar melodías que se multiplican en el aire, sabiamente
dosificadas en la expresión tan pa'dentro como pa'fuera. Tienes arte
de funambulista que no se detiene a mirar atrás ni titubea con
miradas hacia los lados: decidida y entregada te brindas y nos
brindas otra brillante interpretación a la que no le falta gracia,
ni sobrios registros graves, ni saltarines agudos ni algún que otro
falsete inesperado. Pintas al carboncillo en tonos grises algunos
pasajes, otros los coloreas, las caricaturas las dejas para otro
momento: tu arte es tan hermoso como humilde. Eres bella cuando
cantas y ahora sé que lo eres también cuando vives, cuando sueñas,
cuando amas. Estoy deseando que me retrates con gracia con tus dedos
y tus lápices de colores, con tus hermosos ojos de mirar y ser
mirada, pero no tengo ninguna prisa. Los días parecen ser el hermoso
regalo que recibes con alegría y nos alegras con tu sola presencia
donde igualmente dosificas gracia y palabras, silencios y sonrisas
quietas: yo no puedo retratarte al carboncillo, lo estoy intentando
torpemente con mi humilde arte de escribir sobre las cosas y las
personas que me conmueven. Aceptalo como boceto a vuelapluma de lo
mucho que me sugieres cuando tengo la suerte de estar en tu
presencia. Espero anhelante la próxima actuación, el próximo fin
de semana y me pregunto qué tema en mi guitarra podríamos
interpretar juntos, estate segura de que lo encontraré, de que lo
encontraremos, entretanto vive y sé feliz, hoy y siempre, no mereces
menos y tarde o temprano sabrás como hacerlo. Vaya mi admiración y
mi cariño por delante, mi agradecimiento por ser “tanta mujer” y
ya mi amiga. Cantale a las horas y a los días y no dejes que nadie
te estropee la función, dibuja los contornos adecuados a los
sentires, los confesables y los recónditos y cómete el mundo mi
niña: no mereces menos, la vida, la que anhelas te está esperando a
la vuelta de la esquina, no corras a su encuentro o se irá más
lejos, deja que se acerque presa del hechizo y que se acerquen los
que lo merecen, te llamas Diana, bien puedes esperar que sean los
otros los que traten de acertar, tu ya has puesto todo de tu parte:
eres generosa, dulce, atrevida, inquieta, alegre, atenta, amiga
entregada y una gran mujer, no cargues con demasiadas cosas la
mochila de andar por los futuros, ya llevas suficientes tesoritos en
ella: por fin llegó el momento de disfrutarlos, cantarlos y
dibujarlos. Te debo un poema, una cancion y un beso!! Amador
© AMS Cádiz
Junio del 2012
Que buen texto, amador. Un lujo leerte, siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tres placeres juntos: tus palabras, el video y la canción de Bebe y saber que alguien decide salir a superficie de este mundo y no ahogarse por aquello que nunca mereció la pena.
ResponderEliminarUn abrazo corazón