“Océanos de ideas”

“Océanos de ideas”

Océanos de ideas transitan mis sentidos: poemas, relatos, canciones. Vivir creando es estar vivo, los días me dejan con hambre si no consigo parir algo nuevo.

En la calle, en mi nueva tierra, la resignación, cuando no la desesperanza. Paro, enfermedad, tristeza y sin embargo le echan arte y guasa a la vida.  Están acostumbrados a las levanteras, a los cambios bruscos del clima y del destino.

¡Qué entereza! Qué manera de sentir tan diferente la de los andaluces, que manera de querer y de apreciarte vengas de donde vengas. Me tienen emocionado, no lo niego, les admiro y a alguno ya lo siento amigo. Siempre una sonrisa, un buenos días, un saber estar a cada momento.  He dado un paso difícil, soy de Vallekas, pero aquí me tienden alfombras mágicas y me dan la mano, o dos besos en las mejillas. Todos sabemos de todos pero nadie opina, el respeto es norma tácita, no explícita. Vivo enganchado a mi pueblo, mi nuevo pueblo, y a sus gentes, al mar y a la marismas.

¿Qué más puedo pedir si me vine solo y sin un solo amigo?

Se me anuda la garganta cuando los veo de mañana ir a pedir trabajo

y luego seguir regalándote una sonrisa. Cuando veo como se ayudan entre ellos y se apoyan y se ríen. Le ponen los cuernos a la realidad a cada hora y no exagero.

No esperaba esto la verdad, pensé que me venía a vivir a una zona muy pija, pero por suerte no ha sido así. Saben que escribo, que canto, he cantado para ellos, pero aquí todos somos iguales en el trato, aunque seas jornalero o marinero. Yo pienso quedarme y ayudar en lo que pueda, lo merecen, me gustan sus maneras su savoir faire ante la vida. No me tratan como “madriles” sino como uno más de la familia, me invitan a comer, a su conversación y me cuentan sus cosas y yo sigo preguntándome si lo merezco, mi vida a solas es más aburrida. Se dejan 20 euros aunque no les quede poco más que eso para la semana, no desayunan bollos sino pan con manteca blanca o colorá, toman cerveza y vinos de la tierra pero nunca se emborrachan. Jóvenes, profesionales, padres de familia, ancianos conviven en el mismo sitio tratándose de iguales. Joder y en Madrid costaba dios y ayuda preguntarle a alguien donde está una calle. Los niños ríen, juegan conmigo y con mis perritas, los padres me tienden la mano y un encantado ya sabes donde me tienes.

Este es mi "poema" de hoy para ellos, mi agradecimiento, yo me voy a entregar a corazón abierto, esta es mi nueva tierra, esta es mi nueva gente, esto es lo que yo quería pero no esperaba: hoy la mar está en calma, la vida sigue, voy a transitarla con la emoción y mucho cuidado y mucho esmero, hay que andar de puntillas los sueños.

¡Ya no tengo veinte años!

©AMS Cádiz

Primavera del 2011