Cuando piensas que ya está todo perdido, que la vida te ha dado su mala cara es cuando tienes que sacar el carácter, la dignidad y el orgullo. Paso momentos muy difíciles de toda índole y no recibo ni una llamada telefónica de mi gente. Es hermoso vivir en el mar pero muy duro aguantar las levanteras y las anochecidas. Cuando piensas que estás solo ante el abismo y la vida, que nadie te quiere, sólo queda armarse de valor y seguir siempre hacia adelante. Solo mi hermano se alegrará de mi infortunio, es un hombre malo y con malas artes, los demás correréis a mi encuentro. No es depresión ni bajada de estado anímico son problemas reales y ciertos tan lejos de mi tierra y de mis queridos amigos. Saldre de esta con dignidad y orgullo, entretanto ser muy felices: la vida no vale nada, la puedes perder cualquier día. Tengo a mis perritos. Besos y abrazos. Amador
sábado, 29 de septiembre de 2012
"Cuando está todo perdido"
Cuando piensas que ya está todo perdido, que la vida te ha dado su mala cara es cuando tienes que sacar el carácter, la dignidad y el orgullo. Paso momentos muy difíciles de toda índole y no recibo ni una llamada telefónica de mi gente. Es hermoso vivir en el mar pero muy duro aguantar las levanteras y las anochecidas. Cuando piensas que estás solo ante el abismo y la vida, que nadie te quiere, sólo queda armarse de valor y seguir siempre hacia adelante. Solo mi hermano se alegrará de mi infortunio, es un hombre malo y con malas artes, los demás correréis a mi encuentro. No es depresión ni bajada de estado anímico son problemas reales y ciertos tan lejos de mi tierra y de mis queridos amigos. Saldre de esta con dignidad y orgullo, entretanto ser muy felices: la vida no vale nada, la puedes perder cualquier día. Tengo a mis perritos. Besos y abrazos. Amador
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Tengo dos amigas: una, SOLEDAD y otra, FELICIDAD. Ambas me comprenden, dialogamos juntas, perseguimos lo mismo, y vamos sembrando ilusión entre viñedos dispuestos a colaborar.
ResponderEliminarNunca estamos solos... Un cordial y fraternal abrazo.
A veces, querido Amador, la mejor medicina para ese desconsuelo, es salir de uno mismo, restarnos importancia, mirar desde fuera.
ResponderEliminarEspero que pases tu melancolía y que cedas en ese aislamiento. Creo que hasta sería muy conveniente que te aventurases entre la gente. A la luz, las sombras de los fantasmas son más amables.
Un abrazo.