“La cantante de los
zapatos rojos”
Hoy eres la artista
invitada y asumes tu papel con dulce y humilde sobriedad, dentro y
fuera del escenario. Es tu día y nuestro día, una “nit de Sant
Joan” andaluza y chiclanera que a la postre ha resultado mucho más
que hermosa. No han faltado colaboraciones excepcionales, amigos y
amigas que generosamente nos regalan su arte y su “savoir fair”
cada fin de semana, pero todos y todas convenimos tácitamente en que
esta noche has sido la reina, la diosa del agua que entre luces de
neón es capaz de detener las olas y el Levante con sólo una mirada,
una sonrisa, capaz de detener el tiempo y los malos recuerdos, los
antaños amargos y los presentes inciertos. Subes al escenario sin
más artes de matar que el brillo de tus ojos y tu atenta mirada de
mirar y ser mirada y nos brindas dulces taconeos de un intenso
carmesí que desgranas con tu voz tan serena como atrevida en los
decires, como tu paso firme y tierno sobre rítmicas alfombras
mágicas que se rinden a tus pies y aterciopelados acordes que se
multiplican como burbujas color arocoiris cuando hilvanas a pasito
lento melodías de tu alma y nuestros corazones. ¿Qué van a decir
de ti los dioses desde su olimpo estival en esta la noche más larga
del año? Ha sido, a mis torpes y miopes ojos, tan sorprendente como
llegará a ser inolvidable compañerita. Contigo como artista y
cantante invitada es difícil aceptar que antes del alba deba bajarse
el telón hasta otro día. La vida sigue, es cierto, para ti, para
mí, para todos y todas, pero inexorablemente ya nada puede ser
igual, la música y las canciones bien paridas todo lo desordenan y
remozan, como el amor, como la amistad bien entendida, te deseo todos
los parabienes del mundo: ese mundo que te está esperando desde
siempre para que lo habites -por fin- a tu modo y manera, al dictado
de la hermosura de tus sentires, tus cantares y tus decires. Te deseo
que siempre tengas en tu vida una próxima estación y encuentres
siempre una nueva Itaca; detenerse es morir un poco, el camino te
espera, pleno de aventuras, pleno de conocimiento, pleno de alegrías
no exentas de alguna pasajera desventura; pleno de ti, en suma, no
creo que merezcas menos: el futuro te espera amiga mía!! Te debo una canción y un beso. Amador
© AMS Cádiz
Junio de 2012
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