QUIMERAS Y DESAFÍOS



Nada soy, nada he sido y no puedo pretender ser nada... aparte de eso guardo en mí todos los sueños del mundo!! (F.Pessoa)

Cantante, guitarrista, autor de canciones, psicoterapeuta, funcionario en excedencia ahora que me acuerdo, estudiante universitario a mi edad y escritor aficionado noctámbulo, noctívago y nocherniego...
Todo lo que la vida me ha ido enseñando se puede resumir en dos palabras: sigue adelante!!

Besos y abrazos
Dorchy Muñoz



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viernes, 31 de agosto de 2012

"Ella"


Foto retocada es una mujer muy conocida aqui institucionalmente
Besos: Amador " a ver si se me cura coño que está en Houston USA"
Ella”

Tiene los ojos verdes como la albahaca, como la marihuana. Pero su mirada no es felina, mira con ternura al mundo y el mundo se lo agradece con dulzura. Tiene una hermosa mirada de mirar y ser mirada… Su nariz, su boca, sus mejillas, toda su cara, no son sino la extensión natural y armónica de su mirada, como si hubiera sido esculpida por un escultor renacentista que hubiera detenido el tiempo en el brillo de sus ojos, en el hechizo de esa profundidad geométrica, oceánica y secular.
Igual conduce un deportivo por la autopista que se deja acariciar por la brisa
navegando por la bahía, siempre sin perder el mar como horizonte y la tierra como huerto fértil. Igual monta a caballo entre los pinos y los álamos que se empapa los tobillos chapoteando a compás de footing en la arena de la playa. En el fondo no es sino una potrilla jerezana…
Igual la ves en una clásica de Sófocles o Esquilo, que en la Opera, que en un Yerma de Lorca. Igual en un partido de fútbol de la selección española que en la última de José Tomás en la Maestranza. Igual descalza ante los yembés y los darbukas en la Caleta, que de camiseta, zapatillas y vaqueros ante una buena conversación y un buen vino comiendo en “el Gitano”. Igual regala su último bolígrafo a unos niños mocosos de Asilah que miradas indiferentes en Monmârtre a los bohemios de ocasión…
Su melena dorada azota al mundo de hermosura travestida de verdad, verdad en estado puro y libre, sin disfraces ni maquillajes, sin máscaras ni rimmeles. Pero ella recoge su pelo tras su nuca en un continuo intento de pasar desapercibida. Ella no anda, se desplaza, ella no habla, te acaricia con la voz y nunca se detiene sino a mirarte y a escucharte, porque queda siempre cerca su próxima estación, la de su corazón sin dueño, la de su mente lúcida y altiva, la de su vivir sin mapa previo, sin coranes ni torás, sin biblias ni libros rojos, sin más dogma que vivir, vivir por sobre todas las cosas, confesando que vive casi tanto como deja de vivir. A veces también le asalta una atávica tristeza salpicada de dudas y algún miedo y llora, llora y llora, porque Ella también llora, pero esconde la cara entre sus manos mientras sus dedos enredan entre sus sienes. Ella no se permite llorar ante cualquiera, guarda para sí la
agridulce sal que traen como resaca la espuma de los días y los silencios martilleantes de las noches. Ella es la alegría de la casa y de la calle y siempre regala sonrisas, atención y buen rollito.
Cómo no dejarla entrar en este corazón ajado y trabajado de ruidos y melancolías, tan transitado de idas y venidas, cómo no dejarla habitar entre el sol y el si bemol de mi piano, cómo no intentar siquiera retratarla con palabras, quién sabe si sólo en un fallido intento por sublimar lo inasible, lo insondable, lo inquietante de saber que existe, tan cerquita del mar y tan lejos de mi pequeño mundo…

©AMS Madrid


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