“Pies pa’qué os quiero”
Ahora los siento dudar entre volverse a la cama y retomar la paz y el abandono del mediosueño y la duermevela que abortaron esta luz ya tan de verano y este no cesar de motores, de idas y venidas bajo mi ventana, o abrir bien el grifo rojo para sentir la delicada humedad del agua tibia o atreverse a la deliberada frialdad del grifo azul. Ahora dudo yo entre calzarlos con sandalias de verano pa’ salir al barrio en busca de tabaco y un triste periódico o vestirlos con zapatos de domingo pa’ salir al mundo y dar una vueltecita por el Rastro o Lavapiés, al encuentro de otros pies, pausados unos, apresurados otros, indecisos, atrevidos, aburridos, torpes, renqueantes, obsesivos, chispeantes, danzarines, imaginativos, soñadores, agotados y agotadores, anteriores y posteriores, futuristas y retóricos, de los de ayer, de los de hoy, de los de siempre, femeninos y no femeninos, empeñados, entretenidos, encantados, ensimismados, embriagados y embriagadores, enamorados y no enamorados, ¿enloquecidos?
La radio vuelve a repetir que hoy es domingo; y debe ser verdad. Otra opción sería dejarles descansar y que se pierdan buena parte del día en La Soledad era esto de J.J. Millás o el Turista Accidental de Anne Tyler, o sencillamente invitarles a seguir mi ritmo y que encuentren y dirijan el compás de una nueva y quién sabe si hermosa o simplemente necesaria canción.
©AMS Madrid
Dorchy, de veras que me ha gustado muchisimo este relato, me gusta un monton como escribes !un beso mi querido amigo
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